Análisis: Gal Gun: Double Peace
Analizamos este peculiar shooter «erótico-festivo» de Inti Creates, no apto para puritanos.
Parece mentira, pero aún a día de hoy no son pocos los juegos japoneses que se resisten a llegar a Occidente. Y cuando lo hacen, muchos de ellos son «adaptados», «localizados» o directamente censurados para, en palabras de las editoras de turno, ser consecuentes con la mentalidad y la cultura que va a recibir el juego. En algunos casos encontramos diálogos alterados, en otros se excluye contenido como trajes DLC, y en otros directamente se altera la propia jugabilidad. Todo ello porque ciertos aspectos de estos títulos «de nicho» se consideran incompatibles con ciertos valores occidentales.
La mayoría recordaréis el reciente casos de Tokyo Mirage Sessions en Wii U, que ha terminado llegando a nosotros después de un trabajo de adaptación que ha alterado ciertos aspectos de la obra original. Y mayor polémica acarreó la localización occidental de Fire Emblem Fates en Nintendo 3DS.
Todas las chicas de Gal Gun cuentan con los estereotipos propios del mundo del manganime: lolitas, colegialas pervirtidas, chicas tímidas y empollonas, tsunderes. Nuestro protagonista es el único hombre de todo el juego y tendrá que recorrerse de arriba a abajo el instituto en busca de la chica de sus sueños, disparando sus feromonas, evitando ser avasallado por tanta hembra y activando el modo «Double Peace», donde podremos frotar hasta a tres chicas a la vez en sus zonas sensibles. ¿Qué ganamos con esto además de lo obvio? Lanzar una «oleada de amor» que deje incapacitadas a todas las enamoradas de la zona. Sin olvidar otros tipo de eventos y minijuegos asociados con la historia principal donde tendremos que frotar la pantalla táctil de nuestro mando.
Si bien además de la historia principal, que cuenta con diferentes rutas y finales dependiendo de las decisiones que vayamos tomando durante el juego (con pequeños toques de novela visual) contamos con algún modo de juego extra, lo cierto es que la duración de Gal Gun: Double Peace es tremendamente corta. Es cierto, estamos ante un shooter sobre raíles, pero este carece del frenetismo arcade de otros títulos de este género que nos invitan a rejugar una y otra vez los niveles.
Conseguir sus diferentes niveles nos llevará algo de tiempo, así como desbloquear todos los objetos disponibles en la tienda del instituto, así como los trajes para las chicas, pero lo cierto es que su dificultad facilona (incluso en las configuraciones más elevadas) hace que superar el juego no sea un desafío de ningún tipo. El mayor incentivo de cara a seguir jugando es ver las mil y un locuras que han incluido los desarrolladores, y eso es algo que más de un usuario disfrutará.
A nivel técnico (hemos disfrutado de la versión de Playstation 4), podemos decir que Gal Gun: Double Peace no destaca en absoluto: los gráficos cel-shading son muy coloridos pero sencillotes, con pocos detalles en los personajes y escenarios, así como en el apartado sonoro, con pocos temas y bastante anodinos. Recordad también que el juego incluye voces en japonés y subtítulos en inglés.
Los controles del juego son sencillos, los propios de cualquier otro shooter sobre raíles que se juega en consola, algo que no gustará a los puristas y amantes de las pistolas. No olvidéis que en Playstation 4 no contamos con ningún periférico específico para disparar nuestras feromonas (el Gal Gun de Playstation 3 era compatible con Playstation Move), por lo que se pierde parte de la experiencia que entraña todo shooter sobre raíles.
Nuestras conclusiones de Gal Gun: Double Peace no podían ser más directas y concisas: si sois fans del manganime de colegiales, de la comedia absurda y de lo picante, lanzaos de cabeza por el juego. Tiene ciertos fallos de ritmo y técnicamente no destaca en absoluto pero os lo pasaréis teta. Aquellos que no comulguéis con obras como To Love-Ru, Rosario + Vampire, o KissXSis volved a vuestros Time Crisis, Virtua Cop o The House of the Dead. No tenéis poder aquí.